PERFIL
El ecuatoriano Diego Luzuriaga es una voz única en la composición latinoamericana actual. La fuerza de su música proviene de sus ritmos y colores andinos, de sus sutiles ecos vanguardistas, y de su abierto lirismo latinoamericano. Desde el comienzo del milenio su obra ha sido, en su mayoría, para la voz: varias cantatas, una ópera, un musical, canciones (muchas de carácter popular, otras en el borde entre lo popular y lo lírico). Siendo compositor y poeta, sus palabras musicalizadas gozan de intensidad, naturalidad y durabilidad. A más de ser un compositor incansable, Luzuriaga ha publicado poesía y cuentos.
BIOGRAFÍA
Nacido en 1955 en Loja, Diego Luzuriaga estudió en el Conservatorio Nacional de Quito y en la Universidad Central de Ecuador, en la École Normale Supérieure de Musique de Paris, en la Manhattan School of Music y Columbia University de Nueva York.
En Ecuador, entre 1977 y 1983, Luzuriaga hizo investigación, experimentación, interpretación y grabación de música tradicional andina y latinoamericana con el grupo Taller de Música.
Buena parte de su producción ha sido música vocal: ciclos de canciones, varias cantatas, una ópera, un musical, y canciones populares inspiradas en las ricas tradiciones latinoamericanas, todo con sus propios textos (ha publicado también dos libros de poesía y uno de cuentos)
Su Responsorio (segundo movimiento de la obra sinfónica Liturgia) es parte del espectáculo Caminos del Inka, dirigido por Miguel Harth-Bedoya, que ha sido presentado por grandes orquestas sinfónicas (Chicago, Baltimore, Atlanta, Fort Worth, Boston, Filadelfia, Noruega).
Ha compuesto bandas sonoras para películas de su hermano Camilo Luzuriaga y una variedad de piezas de música de cámara.
Ha recibido encargos de la Orquesta Filarmónica de Tokio, el Ensemble InterContemporain y el Ensemble Itinéraire de París, el Ensemble Pro Musica Nipponia y el Nishikawa Ensemble de Japón, el Nieuw Ensemble de Amsterdam, el Ensemble Aventure de Friburgo, la Orquesta Sinfónica del Ecuador, la Orquesta Sinfónica de Loja, el dúo de flautas Robert Aitken y Aurèle Nicolet, Cuarteto Latinoamericano, Vocalessence de Minneápolis, Teatro Nacional Sucre de Ecuador, Quintet of the Americas de Nueva York.
Ha enseñado composición musical en la Universidad Federal de Brasilia.
Ha recibido varios premios internacionales, incluido, en 1993, la Beca Guggenheim. Su ópera Manuela y Bolívar, la primera ópera ecuatoriana representada, fue un evento nacional y recibió elogios de la crítica cuando se estrenó en Quito en noviembre de 2006. El mismo año, el presidente ecuatoriano Alfredo Palacio le otorgó el Premio Eugenio Espejo, el más alto reconocimiento a un artista ecuatoriano. Su cantata escénica, El Niño de los Andes, encargada por VocalEssence de Mineápolis, se estrenó en esa ciudad en Diciembre del 2008.
Actualmente vive con su familia en Filadelfia, EE.UU.